jueves, 13 de marzo de 2008

Exposición 01, Presentación

Presentación

Señoras y señores Asambleístas

Un saludo cordial de parte de quienes conformamos el Movimiento Por la Soberanía Musical. En primer lugar permítasenos agradecer a todos ustedes por el esfuerzo que están realizando en la elaboración de la Nueva Carta Fundamental, la cual debe reflejar la sabiduría y los aspectos culturales de nuestro pueblo, solo así se podrán cumplir aquellos permanentes anhelos de los hombres y mujeres de esta patria por saciar el hambre de pan, equidad, justicia, belleza, educación, salud y solidaridad. Con el afán de contribuir de algún modo con ese propósito y de reclamar un espacio de participación, queremos entregar nuestros postulados, que no tienen otra finalidad que el que la música ecuatoriana sea considerada en la magnitud de su importancia social en parámetros de identidad, patrimonio y como expresión cultural.

Mi nombre es Pablo Guerrero y me dedico a la investigación de la música ecuatoriana desde hace al menos 25 años, he escrito varios libros sobre el tema y soy el Director del Archivo Sonoro de la Música Ecuatoriana. Estoy aquí en representación del Movimiento Por la Soberanía Musical, conformado por un grupo músicos de distintas áreas, quienes quieren entregar oficialmente a esta Mesa el Manifiesto Musical Ecuador, el cual ha sido elaborado desde la múltiple participación de experiencias diferentes. El Manifiesto contiene además de un diagnóstico de la situación musical en nuestro país, algunos requerimientos que los distintos ámbitos musicales aspiran se contemplen en la Nueva Carta Fundamental.

En nuestro país, aquella expresión sonora que ahora se denomina música tiene una historia de al menos 10.000 años, constatable en los incontables instrumentos musicales que ha rescatado la arqueología. Las distintas comunidades que habitaron y habitan nuestro país tienen sus propias y diversas formas de expresión sonora. Por eso, así como se reconoce una diversidad cultural y una multietnicidad debe reconocerse también una multimusicalidad.

En ese sentido, hay que tomar en cuenta que la música, es uno de los pocos lenguajes ancestrales que ha sabido mantenerse - dentro obviamente de la normal dinámica que tiene el desarrollo socio cultural- con sus elementos esenciales a lo largo de la historia. Por ello creemos que las expresiones sonoras ancestrales que han sido la base para aquello que llamamos música ecuatoriana, deben ser reconocidas como fuentes soberanas de resistencia e identidad. Hacemos hincapié en esto pues nos parece fundamental que, así como la Constitución incluirá las palabras cultura, arte, música, deben consignarse las palabras música ecuatoriana, pues en este sentido no se habla de la música de cualquier parte del planeta. El sentido de pertenencia contribuirá además a que el Estado, defienda y no permita, en esta época de inescrupulosas patentes de los países desarrollados -permanentes usurpadores culturales-, nos arrebaten melodías, ritmos, estructuras sonoras que son de propiedad de los pueblos que las producen; aquellas manifestaciones pueden y deben ser compartidas con el mundo entero, pero desde el reconocimiento de su pertenencia cultural. Este es nuestro primer pedido.

También queremos mencionar otros puntos, pedimos a ustedes discutirlos y darles, de creerlos pertinentes, la configuración necesaria para que conformen el corpus de la Constitución:

1. La música y la danza, los instrumentos musicales tradicionales, las ritualidades y las festividades correspondientes a las nacionalidades indígenas y afro deberán ser declaradas patrimonio cultural de la identidad ecuatoriana. Igual señalamiento tendrán la música popular y la música académica que guarde características palpables del ethos ecuatoriano.
2. El Estado instituirá el Centro Nacional para la Documentación e Investigación de la Música Ecuatoriana, encargado de investigar, archivar, preservar, adquirir, divulgar, por distintos medios, la riqueza musical del Ecuador.
3. Los creadores, intérpretes, constructores de instrumentos y cultores en distintas facetas relacionadas a la música étnica, popular o académica ecuatoriana que han dedicado la mayor parte de su vida al ejercicio de su actividad ofrendada al beneficio de la comunidad, deben ser considerados patrimonio vivo del conocimiento musical, por lo que se les nominará custodios y transmisores de aquella sabiduría al pueblo ecuatoriano.

A continuación los comisionados del Movimiento: Eugenio Auz, Willams Panchi, César Santos y Juan Mullo nos entregaran resúmenes de otros elementos del Manifiesto.

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